Hasta septiembre de 2024, la extracción de carbón de piedra y lignito contribuyó con un 0,6% al Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia y representa el 16,2% del valor agregado en el sector minero. El sector enfrenta riesgos derivados de la volatilidad de los precios internacionales y las políticas ambientales más estrictas, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad de la economía colombiana frente a la transición energética. El stock de carbón disminuyó en 27 millones de toneladas en 2023, con una tasa de extracción de 1,2% que asegura reservas para los próximos 84 años.
No obstante, la incertidumbre generada por el Decreto 044 del Ministerio de Medio Ambiente, que crea reservas naturales temporales sin los estudios correspondientes, ha generado preocupaciones en el sector, especialmente sobre la inversión extranjera, dada la falta de estabilidad jurídica.